
La película es un verdadero insulto al espectador; tanto a los niños por entregarles una producción pobre de contenido, como también a los padres por tener que soportar una película mala, al momento de llevar a sus hijos a verla al cine.
Sin duda, Rodríguez nos enseña una vez más como se puede destruir el género infantil con una producción pobre en ideas, contenido y trama.
“A modo personal: entre ver Mini Espías 4 o Yingo, prefiero leer un libro o ir al Museo Interactivo Mirador”.
Mini Espías 4 es una buena opción, para quién ya no tiene más opciones en la cartelera. Ideal para niños.
Para quienes gusten del género, les recomiendo la primera entrega de la saga: Mini Espías (2001), con Antonio Banderas y Carla Gugino; la cual, tiene una trama más elaborada, manteniendo el concepto de originalidad.
Mala.
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