Mientras escribo, centenares de portales
noticiosos reportan los millones de dólares recaudados alrededor de
mundo por inexplicables causas que se comparan con el “Noseque”. Lo que
inicio como un experimento que costo $15,000 dólares en producir, hoy es
una de las más fructíferas sagas a la par de la serie “Saw”. Sin
motivos económicos que detengan a este monstruo y mucho menos la falta
de creatividad para lograr filmar otra secuela, o en este caso una
precuela, es que tenemos la tercera parte de lo que sin duda tendrá
continuación el próximo año.
Como recordarán el “Noseque” es el
nombre con el que he decidido bautizar a la criatura que aterroriza las
hermanas Katie (Katie Featherston) y Kristi (Kristi Ray). Tan cercas
de Carlsbad, California y corriendo el riesgo de enfadar al ente
maligno, debo de afirmar lo que he repetido en mis pasadas críticas: “No
le encuentro chiste”, simplemente no entiendo como es posible que
existan personas que soporten tanto tiempo mirando videos caseros y
todavía pagar para ello. No existe nada en la película que no puedan
hacer directores novatos buscando una oportunidad para hacerse famosos,
esto se ha vuelto en un fenómeno gracias a la mercadotecnia involucrada y
a los medios cibernéticos que se han encargado de darle fama.
Por mi parte, lo único que quiero es
saber es quien demonios es “Noseque” (mucho énfasis en demonio), con
tantos minutos dedicados a su singular presencia es momento de obtener
respuestas y debo de afirmar que por fin las hay. El inconveniente ésta
en que al saber que sucede, toda la historia se debilita al inundarnos
las incoherencias de las que hemos sido expuestos: desde la necesidad de
que las niñas olviden lo que les sucede, el que nadie haya visto
los vídeos que ahora somos testigos y hasta que se olviden de la pérdida
de un ser querido. Se lo que piensan, “Actividad Paranormal” no se ha
caracterizado por ser un ejemplo de guionismo, si acaso es el morbo lo
que nos hace ir a las salas de cine para experimentar que tan cierto es
que circulen las aguas del susto, pero ya está mostrando signos de
fatiga al estirar una historia donde no la hay, y vaya que si sabemos lo
que pasó con la cinta “Saw” cuando no hay más ideas.
El inicio involucra una serie
de vídeos caseros muy apropiados para una joven familia: fiestas de
cumpleaños, la hada de los dientes y sexo bajo los efectos de cierta
planta medicinal; bueno, lo último es una excusa para complacer a
la audiencia adolescente que encontrara interesante una pareja de
adultos actuando como estúpidos . Hasta ahí, todo esta perfecto, hasta
las videograbaciones tienen sentido, pero es a partir de una sombra del
pervertido “Noseque” mirando a los enamorados que el padre de familia
Dennis (Christopher Nicholas Smith) decide instalar cámaras en toda la
casa para comprender que sucede en su hogar. Las dudas sobre la
capacidad para tener la tecnología apropiada en el primitivo 1988 , se
resuelve haciendo la profesión del individuo en un camarógrafo que se
dedica a filmar bodas. Agradezco la consideración ante tales detalles,
pero mientras logran solucionar un dilema, dejan aún muchos cabos
sueltos.
Durante cincuenta minutos que debemos
esperar a que suceda lo paranormal, lo único que nos mantiene en
suspenso es el amigo secreto de Kristi que se comienza a manifestar por
medio de sombras y en una escena que es más cómica de lo que no pretende
ser, hasta el Noseque (ahora llamado Tobby) se esconde debajo de las
sabanas. Todo es un volver a lo mismo de siempre con otras
circunstancias que pretender dar frescura a la fórmula establecida.
Había momentos en donde no entendía los motivos de Dennis, si ya ni
estaba mirando los videos, luego llegan dos escenas decentes que no me
hacen tragarme el boleto de cine de remordimiento y justo cuando el
asunto se vuelve interesante, todo termina en un completo sentimiento de
desilusión al no existir un clímax que logre desatar el suspenso por el
cual fuimos expuestos.
Fanáticos de la serie
se sentirán satisfechos de que existan dos escenas que recompensen su
paciencia, porque reconozco que a comparación de la segunda parte con
tantos espantos seguidos hasta desensibilizarnos, al menos en está
ocasión la intensidad es considerable cuando es que llegan los tan
esperados momentos. Es también por eso que ven las reacciones de los videos promocionales, precisamente de las dos escenas que tanto les he mencionado y además de tener un porcentaje positivo en el Tomatómetro.
Los no fanáticos se sentirán defraudados por haber perdido el tiempo
con sombras, amigos imaginarios, objetos en movimiento y un
pésimo desenlace que compite con los masajes chinos.
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